A veces, puede resultar difícil para los niños cambiar la emoción del mundo digital por experiencias del mundo real. Con esta guía, queremos ayudaros a que habléis en familia de la importancia de encontrar un equilibrio para que vean lo positivo que es salir del mundo digital de vez en cuando.
Empieza por preguntar a tus hijos por qué usan dispositivos digitales y qué hacen con ellos. ¿Qué ventajas ven en el uso que les dan? Habla con ellos sobre lo que hacen más a menudo, como ver vídeos o jugar a videojuegos.
Luego, hablad sobre las actividades que les gusta hacer fuera de Internet. ¿Qué es lo que más les entusiasma de esas actividades? ¿En qué se diferencian de las que hacen online? ¿Cómo les hacen sentir estas actividades en comparación con las que llevan a cabo en la Red?
Pregunta a tus hijos si alguna vez han sentido que sus actividades digitales les han impedido hacer o disfrutar de cosas ajenas a Internet. Si es el caso, ¿cómo les hace sentir esa situación y por qué? Luego, dale la vuelta a la tortilla: ¿las actividades que hacen fuera de Internet les han impedido hacer otras digitales? Como siempre, es muy útil profundizar para descubrir cómo les hacen sentir estas situaciones y por qué.
Por último, haced una lista de ideas: ¿qué pueden hacer tus hijos para divertirse con todas las actividades de las que disfrutan (tanto dentro como fuera de Internet) sin sentir que se están perdiendo algo?
Cada familia tiene su propio equilibrio, así que debéis colaborar para encontrar el vuestro.
Cuando hables con tus hijos, ten presente cómo compaginas tus actividades dentro y fuera de Internet. ¿Hay algo que puedas hacer para ser un ejemplo de los hábitos que esperas ver en tus hijos?
Pensad en las diferentes formas en que se solapan ambos mundos. Por ejemplo, puedes usar una aplicación de mapas para encontrar nuevos lugares que explorar o utilizar un buscador para dar con una receta que podáis cocinar juntos.
María José Abad, Directora de Contenidos de Empantallados.com“La actitud de los padres ante la tecnología es muy importante: no se trata de prohibir sino de acompañar a los hijos para que aprendan a hacer un uso saludable de las pantallas. En definitiva, aprovechar el ámbito digital como una oportunidad más para educar”
Elaborad una lista con cinco actividades ajenas a Internet que os encanta o encantaría hacer. Hablad sobre lo que os gusta de cada una de ellas y en qué se parecen o diferencian de las actividades online que también os gustan a todos. Pon la lista en la puerta de la nevera o en otro lugar de la casa que os venga bien y ¡empezad a cumplir vuestros deseos!