La siguiente guía puede contribuir a que tu familia tenga conversaciones mejor razonadas sobre el uso de la tecnología, además de ayudarte a identificar los momentos en que es mejor desconectar y darle prioridad a pasar tiempo juntos.
Los dispositivos pueden hacer que las personas se pierdan momentos importantes. Recuerda alguna ocasión en la que no hayas estado "presente" por estar pendiente del teléfono; después, pregunta a tus hijos si se han fijado en otras personas (como amigos o familiares) que no estuvieran realmente presentes.
Pregunta a tus hijos si recuerdan también algún momento importante en que estaban distraídos por culpa de la tecnología. ¿Cómo se sintieron después? ¿Estaban inmersos en una aplicación o en un videojuego en ese momento? ¿Han detectado algún patrón en sus actividades?
¿En qué momentos y lugares pensáis que es importante estar concentrado? ¿Haciendo los deberes? ¿Pasando tiempo juntos? Hablad sobre cómo conviene enfocar la tecnología en esos momentos en que queréis centrar la atención en una tarea.
Reflexionad sobre cómo encontrar el equilibrio en esos momentos, no solo para tus hijos, sino para toda la familia. Después, tratad de aplicar ese concepto en ciertos momentos y lugares a lo largo del día.
Teniendo en cuenta lo que habéis hablado hasta ahora, ¿qué cambios aportarían más equilibrio a tu familia? ¿Los límites que habéis impuesto funcionan? ¿Se os ocurre algún momento del día (por ejemplo, cuando os sentéis a comer) en que todos deberíais desconectar por completo?
Involucra a tus hijos para que se sientan parte del proceso de toma de decisiones.
Comprender tus hábitos es el primer paso para cambiar y ser todo un ejemplo de comportamiento positivo.
Céntrate en ayudar a tus hijos a que se controlen ellos mismos para que aprendan a tomar buenas decisiones por su cuenta.
Jorge Flores, Fundador y Director de PantallasAmigas“Supervisar, compartir y dar buen ejemplo son las claves para una crianza digital que desarrolle un uso reflexivo y crítico de las tecnologías conectadas”
Pide a tus hijos que te ayuden a elegir una habitación y uno o varios momentos en los que no usaréis dispositivos. Después, montad una caja para guardarlos y pasadlo en grande decorándola. Mientras lo hacéis, podéis hablar sobre cuestiones como dónde ponerla o cuándo y por qué la utilizaréis.